Nules

En 1238 los árabes del castillo de Nules se rindieron a Jaime I, el cual posteriormente autorizó la fundación de las poblaciones de Nules y Moncofar. En 1273, Jaime I concedía privilegio para traer el agua del Mijares, derecho que hizo posible la transformación de grandes zonas del término en huerta y, como consecuencia, el establecimiento de un importante grupo de pobladores.

Debido a la gran influencia de Gilabert de Centelles y Montcada en la corte de Pedro el Ceremonioso, el señor de Nules alcanzó de dicho monarca la confirmación del derecho de aguas y celebración de mercado, así como el privilegio de tener un embarcadero en la playa de Nules y la celebración de una feria anual de quince días.

En 1375, con motivo de la guerra contra Pedro el Cruel de Castilla, y el gran peligro en que se vio toda la comarca de la Plana, invadida por los castellanos, Nules se vio muy afectado siendo abandonada por sus habitantes. Posteriormente, Pedro el Ceremonioso autorizó la fortificación de la villa de Nules.

A mediados del siglo XVI, el Consell de la villa de Nules, junto con los de Moncofar, la Villavieja y Mascarell, poblaciones que formaban la Baronía de Nules, inició un pleito contra los condes de Oliva y señores de Nules, con la finalidad de pasar a la jurisdicción real; lo cual se logró en 1582, por lo que Nules se convertía en villa real, nombrándose un baile y un justicia reales que administraban y ostentaban el poder civil y criminal en toda la Baronía.

Con la expulsión de los moriscos, la Baronía de Nules, perdió casi la tercera parte de su población, por lo que las pérdidas que los Centelles sufrieron fueron la excusa para devolver la Baronía a la jurisdicción de sus antiguos señores, con el titulo de Marquesado de Nules.

Durante la guerra de Sucesión, Nules fue una de las pocas poblaciones del antiguo Reino de Valencia que apoyó al pretendiente francés, soportando la ocupación del ejército borbónico; por este motivo Felipe V le concedió los títulos de Muy Leal y Fidelísima, y a tener escudo propio.

Experiencias

Mascarell: Ciudad amurallada

Desde 12 € (grupo mínimo 20 personas)

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Galería de imágenes

Mascarell

Pequeño recinto fortificado, único en toda la Comunidad Valenciana, que pasó a ser un anexo de Nules a finales del siglo XIX. Este conjunto declarado como BIC, cuenta con un jardín creado recientemente que contribuye a crear un espacio acogedor alrededor del recinto. En la actualidad siguen viviendo en Mascarell unas 200 personas.

Es una población con origen ligado a la expulsión de la población musulmana de la vecina población de Burriana. El primer documento que se tiene del poblado es de 1310. Jaime I expulsó a los moros de Burriana, y éstos se establecieron en el límite entre Nules y Burriana (Mascarell). Mascarell quedó casi despoblado tras la expulsión de los moriscos, y hasta bien entrado el siglo XVIII no se superó la crisis.

Destaca su casa consistorial de finales del s. XVIII de proporciones reducidas pero equilibradas y dignas; y su iglesia parroquial de finales del XVII, que cuenta con interesantes esgrafiados semejantes a los de la iglesia de la Sangre. La muralla está hecha de mortero, tierra y ladrillo, y al centro de cada lado tiene una torre. Mascarell tiene dos accesos, en los lados este y oeste, y su planta es casi cuadrangular.

L'estany

El Paraje de l’Estany, declarado como Paraje Natural Municipal desde 2004, es uno de nuestros paisajes naturales mejor conservados y con mayor afluencia turística. Se trata de la laguna, con una superficie de 2’7 hectáreas, que nos queda de lo que en el pasado fue una gran albufera con conexión directa con la playa.

Benicató

Era una importante villa romana rural, que era al mismo tiempo explotación agrícola y residencia. Se sitúa en los alrededores de la ciudad, entre los actuales huertos de naranjos, a unos 2,50 kilómetros de la actual línea de costa. Estaría habitada entre el siglo I a.C. y el IV d.C., teniendo su periodo de esplendor en el siglo II d.C.

Museo de medallística Enrique Giner

Es el único museo de España dedicado al arte de la medalla, en base al legado del escultor Enrique Giner, ubicado en la antigua ermita de San Miguel “El Fort”, del siglo XVIII. El Museo inaugurado en 1995, puede considerarse un referente en la Comunidad Valenciana

Convento Carmelitas Descalzos

Iglesia de planta de cruz latina con cúpula y capillas laterales, comunicadas por un deambulatorio. La Iglesia está precedida por una plaza con muros de piedra y decoración de bolas y pirámides manieristas. Está considerada como uno de los máximos exponentes de la arquitectura de los carmelitas descalzos a nivel estatal.

Capilla de Ntra. Sra de la Soledad

Construida entre 1757 y 1769, de planta centralizada. Puede considerarse como el máximo exponente del rococó de la comarca.

Iglesia Arciprestal de San Bartolomé y San Jaime

De estilo ecléctico-historicista. Obra de Julián Fournier.

Teatro Alcázar

Año 1954, estilo ecléctico con elementos historicistas y decó.

Museo de Historia

Ubicado en la antigua iglesia de la Sangre, expone piezas de interés arqueológico, artístico y etnológico procedentes en su totalidad de la zona perteneciente al antiguo Marquesado de Nules.

Ermita de San Miguel “ El Fort”

Capilla construida por Antonio Gilabert, precedente del neoclasicismo valenciano. En 1811 fue ocupada por las tropas del general Suchet durante la Guerra de Independencia, y la fortificó para convertirla en caserna de las tropas francesas. De ahí que la ermita se conozca con el sobrenombre de “El Fort”. En la actualidad alberga el Museo de Medallística Enrique Giner.

Iglesia de la Sangre

Iglesia de planta de reconquista, aunque de estilo gótico tardío.

Iglesia de la Inmaculada

Construida en la primera mitad del s. XVIII. Con decoración similar a la Capilla de la Soledad.

Ermita de San Joaquín

Inicios de s.XX, estilo neogótico

Capilla de San Blas

Antigua capilla del Hospital, tiene su origen en los inicios de la ciudad.

Birdwatching en Nules

Los Estanys y marjales de Nules son zonas húmedas de gran valor y biodiversidad. Constituyen refugios para aves acuáticas residentes y nidificantes, que pasan aquí su periodo de cría en los meses de primavera y verano. Su cercanía a la costa también supone un punto clave para las aves migratorias, que descansan aquí antes o después de cruzar el Mediterráneo en sus largos viajes entre África y Europa. Las turberas, lagunas y cultivos hortícolas de Nules son, por lo tanto, ideales para la observación de una gran cantidad de especies.