Los vestigios de la Guerra Civil son una parte importantísima del rico patrimonio cultural del territorio de Castelló Sud, salpicando tanto las áreas urbanas como rurales y sobre todo las montañosas. Debido a la ubicación geográfica, fue un territorio decisivo durante la fase de la Ofensiva o Batalla de Valencia y un terreno de frontera (frente de guerra) entre 1938 y 1939.
Batalla de Valencia
Esta campaña militar comenzaría a partir del 18 de abril en la zona de Vinaròs y tenía como objetivo la toma de la ciudad de Valencia por parte del general militar Francisco Franco, que desde el 1 de octubre de 1936 y tras la muerte de los otros conspiradores en el fallido Golpe de Estado, fue proclamado jefe político y militar del bando sublevado.
El avance en dirección sur por la provincia de Castellón (en un movimiento de pinza para tomar las carreteras N-340 y la carretera de Sagunto a Teruel) fue rápido en un primer momento debido a la retirada desorganizada del Ejército Popular de la República, que no disponía de zonas en las que aferrarse al terreno y plantear una férrea resistencia.
Defensa de Valencia
A partir del 10 de abril, no obstante, el general Vicente Rojo estaba ya reorganizando los ejércitos creando nuevas unidades y planteando la construcción de líneas defensivas. 100.000 voluntarios se integraron en el ejército y otros 50.000 pasaron a las brigadas de fortificación. Con el lema “resistir es vencer”, el 28 de abril los generales José Miaja (Comandante del Grupo de Ejércitos de la Región Central) y Manuel Matallana (Jefe del Estado Mayor) promovieron diversas líneas de defensa como la “Línea de Levante”, entre Oropesa y Nogueruelas.
LINEA XYZ
Ante la previsión de una posible caída de estas líneas, el 3 de mayo de 1938 se encargó a una comisión presidida por el Teniente Coronel de Ingenieros, Tomás Ardid, la construcción de otra gran línea de fortificación que discurría a través de las provincias de Castellón, Valencia y Cuenca. Esta sería la de mayor extensión de las construidas durante la Guerra Civil y se conocería como la Línea XYZ. Los grandes logros de esta barrera defensiva serían plantear una tenaz resistencia que permitió a los republicanos recuperar la moral perdida, retrasar el desenlace de la guerra, desgastar al ejército sublevado y preparar la Ofensiva del Ebro con garantías.
La Línea XYZ fue la mayor línea defensiva construida durante la Guerra Civil Española, llegando desde el mar Mediterráneo hasta la localidad de Santa Cruz de Moya (Cuenca), y utilizando a su favor las zonas pantanosas en el llano costero (zona de La Llosa-Almenara), y las irregularidades de las cadenas montañosas, cimas y barrancos de diversas cadenas montañosas como las montañas de la Vall d’Uixó, la Sierra de Espadán, cabecera del río Palancia, o la Sierra de Javalambre en el sector de Jérica-Viver; este hecho ha llevado a algunos historiadores a afirmar que las tres letras que le dan nombre representan en realidad las coordenadas espaciales de anchura, altura y profundidad que aprovechaba en su construcción. Los trabajos de fortificación fueron ejecutados por unos 15.000 efectivos entre personal militar y civil a partir de la primavera de 1938, entre los meses de mayo y junio, intensificados a partir de este último mes con la incorporación de los Cuerpos de Ejército A y B después de la caída de Castellón. Para su organización, a lo largo del cinturón defensivo se crearon 14 Centros de Resistencia organizados en 23 sectores.
Además de la Línea XYZ, se construyeron otras líneas defensivas entre esta y la capital del Turia denominadas Línea Intermedia (o línea del Palancia) y Línea Inmediata (El Puig-Carasols). También hubo otras líneas en vanguardia de la XYZ que tenían la misión de parar el empuje franquista y reorganizar a las tropas en la barrera XYZ. Entre estas líneas menores adelantadas encontramos las posiciones de La Comtessa en Xilxes o la Línea del Belcaire (llamada así por utilizar la orografía que ofrecía el río homónimo), a las cuales pertenecerían los vestigios militares que se encuentran en el término municipal de Moncofa.
Fase de calma
Los combates en el territorio de Castelló Sud se produjeron a principios de julio, con la ocupación de las primeras alturas de la Sierra Espadán a partir del 1 de julio en la Muntanyeta de Sant Antoni (Betxí), 4 de julio en el Puntal (Artana), y de ahí hacia el llano el 7 de julio (La Vilavella) y 8 de julio (Nules). Como consecuencia de este avance, se prepararon zonas de defensa y observación como las de Alfondeguilla, preparadas para plantar cara al enemigo si caían zonas adelantadas del macizo de Espadán como el Castillo de Castro. A partir de la segunda semana de julio, la imposibilidad del Cuerpo de Ejército de Galicia de seguir avanzando ante su escasa capacidad ofensiva (debido al desgaste y merma de efectivos) dio pie a un período de calma sin conquistas franquistas significativas, que culminaron con la paralización total del frente de guerra a partir del 25 de julio de 1938 debido al arranque de la Batalla del Ebro (un movimiento de distracción que obligó a las tropas apostadas en Levante a desplazarse hasta el frente catalán). A partir del 25 de julio, comenzaría una nueva fase de calma en el frente de Levante hasta el final (marzo de 1939) de la Guerra Civil Española, en la que los dos ejércitos, frente a frente, se dedicaron a fortificar y re fortificar el terreno sin descanso, dando lugar a muchas de las construcciones que jalonan nuestros términos municipales.